jueves, 3 de junio de 2010

Sobre Las Finales

Primera entrada del blog y toca hablar de Baloncesto. Baloncesto con mayúsculas: entre el fervor causado por el inminente Mundial de fútbol irrumpe el duelo más legendario del deporte de la canasta. Cruzando el Atlántico, lejos del invierno sudafricano, se dirimirá la final de finales de la NBA. El orgullo verde de los Boston Celtics contra el glamour amarillos y púrpura de los Angeles Lakers. 17 anillos por parte de Boston, 15, teniendo en cuenta los obtenidos durante aquella época en Minneapolis, de los Lakers. Jack Nicholson y el "BEAT L.A.!". Una final esperada por pocos pero deseada por todos.

Y es que, si bien la tercera aparición consecutiva de los Lakers en las Finales no ha supuesto una sorpresa, el grandioso mes de Mayo realizado por Boston ha sido totalmente distinto. La brillante eliminación de los Cavs de LeBron, que volverá a quedarse sin título, no quedó en un hecho aislado, sino que se refrendó en la serie final de la Conferencia Este ante los Orlando Magic; una serie en la que los Celtics demostraron que han llegado a un nivel de juego y competitividad que probablemente no se ha visto desde que derrotaron a los Lakers en las Finales de 2008. Muerden en defensa y son efectivos en ataque. Rajon Rondo tiró del equipo en los primeros pasos de la postemporada, pero el rejuvenecido "Big Three" ha ido creciendo con el paso de los partidos hasta llegar al último asalto por el anillo.

¿Y los Lakers? Durante todo el año y, por extensión, los Playoffs, han sido un equipo con dos caras: una arrolladora, demoledora, con la que ha hecho sus mejores actuaciones de la temporada; la otra, que quizás permita comprobar con más claridad el potencial de esta plantilla, es la de un equipo adormecido y hasta pasivo, pero igualmente inaccesible para la mayoría de equipos de la NBA. Ahora bien, contra los Celtics tendrán que dar lo mejor de sí: si lo logran, tienen muchísimo ganado. Cuando los Lakers alcanzan el equilibrio perfecto de solidez defensiva, fluidez en ataque y, por supuesto, inspiración de Kobe, son imparables.

Esta madrugada arrancan en el Staples Center unas finales que se presentan apasionantes y bastante impredecibles. Yo no me atrevo a apostar: dejemos que los jugadores hablen en la cancha.

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